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domingo, 10 de octubre de 2010

Macizo Central francés, zona BIG (II)


Empieza la jornada en una mañana tapadísima por nubarrones muy feos. el suelo está húmedo de la lluvia intermitente caida durante la noche. Un dia muy feo, vaya! Pero almenos no hace viento. Para empezar, subiré a un BIG, al Col de la Croix Saint Robert. Aquí pasando por la primera parte, zona de subeybaja bastante cómoda.


Delante tengo varios volcanes, Champgourdeix, Ferrand, Perdrix, Cacagogne,... está plagado de volcanes!


Una zona muy solitaria, de ahí que destaque esta caseta/refugio.


Pronto tengo estas vistas de lo que he dejado atrás. Parece que no, pero poco a poco he ido ganando altura. Este volcán que se ve tapando parte del lago es el Puy des Prêtres.


Llego a la parte final del puerto, donde está el parking de una pequeña estación de esquí.


El final es de lo más desolador, a las faldas del volcán de l´Angle.


Cartelito de rigor y sin más dilación para abajo! Se que no me escaparé de la lluvia, así que cuanto más tarde me pille, mejor.


Desde la cima, estas vistas con nuevos volcanes, hay volcanes para dar y regalar.


Rapidísima bajada hasta la población, importante, de Mont Dore. En lo alto, el Puy de Sancy, punto culminante de esta zona.


La población de Mont Dore.


Ahora subiré a la Estación de Le Sancy, donde parten los telesillas y telesquís hacia las pistas.


Subida corta pero que se agarra, de bastante dureza.


Mirando hacia el norte, por donde he subido...


... y hacia el sur, a las pistas y a la cima del Puy de Sancy.


Bajo a Mont Dore de nuevo y haré un bucle para subir otro puerto, el Col de Vendeix.


Postal otoñal en la subida a este puertecillo.


Aquí está la cima, ahora vendrá fuerte bajada hasta La Bourboule.


Desde arriba, este pequeño y simpático volcán me alegra la vista.


Atravieso La Bourboule...


... y luego atravieso Mont Dore por el centro de la población, en lo que ya es el inicio de la subida a otro BIG, el Col de la Croix Morand.


Subiendo por carretera ancha aunque bastante tranquila.


Curiosos carteles indicativos de lo que resta de puerto.


Enseguida otra nueva horda de volcanes a la vista: Corde, Aiguiller, Bauchel,...


Última recta antes de coronar, interminable, bajo la mirada del volcán Croix Morand.


Me dicen que estoy en el país de los lagos y volcanes... ya veo, ya!


Llego a la cima, otro BIG al zurrón, y me doy media vuelta.


Subiendo al Col de Guery, bordeo el Lac de Guery.


Otro BIG, hoy me estoy abonando.


Espectáculo el que tengo en el mirador del Col de Guery. La Roche Sanadoire y la Roche Tuliere.


Bajando Guery, por primera vez tengo a la vista el Puy de Dôme.


Pero para llegar al más afamado volcán aun me queda trozo. Aquí pasando por Orcival.


El Puy de Dôme con esa boina de nube encima, tapándole el coco.


En mi aproximación al volcán, debo superar el jodido Col de la Moreno, durísimo por el viento que se ha levantado.


En la cima del Col de la Moreno, me desvío por carreterita secundaria, y es en estos kilómetros donde paso los instantes más bonitos de la jornada.



El Puy de Dôme cada vez más cercano.


Estupendo circular por aquí!


Salgo a la carretera que sube al Col de Ceyssat, que está muy tranquila. Es domingo, pero el dia feo debe desanimar a la gente.


Llegando a la cima, en dias de sol estos árboles se deben agradecer mucho.


Corono el Col de Ceyssat, en la ladera del Puy de Dôme. Tengo la opción de caminar unos 600 metros por un sendero para coger la carretera que sube al Puy de Dôme a la mitad, a unos 2 kms de la cima. La otra opción es bajar Ceyssat y subir completo el Puy de Dôme desde la barrera. Como me han dicho que la carretera está cerrada hasta el 2.012, decido hacer la primera opción, así el guarda no me dirá nada porque solo lo veré al bajar.


Empiezo a caminar y pronto veo este monolito.


Este es el sendero, el Sentier des Muletiers, que sube hasta la cima del Puy de Dôme. Yo solamente andaré un trozo, hasta cruzar la carretera donde ya seguiré por el asfalto.


El negro de la tierra volcánica contrasta con el ocre de las hojas caidas. Este sendero mantiene una pendiente cercana al 19%.


Ya salgo a la carretera, sin tráfico pues está cerrada, y hasta la cima la pendiente es sostenida del 12%.


Esta subida es única pues sube hasta la cima del volcán en espiral, dándole vuelta y media completa a la montaña.


Así, a medida que avanzas vas viendo todo lo que te rodea. Aquí tenemos un buen puñado de volcanes: Balmet, Come, Fraisse, Parigu, Petit Puy de Dôme,...


La pendiente es siempre constante, ni suaviza ni se endereza. El viento arriba es muy fuerte. Empieza a lloviznar.


Giramos un poco más a la montaña y ya vemos parte de Clermont-Ferrand, una ciudad enorme.


Cima del Puy de Dôme.


Y vistas, por decir algo, desde ahí arriba.


Se puede ver algo mejor Clermont-Ferrand. Empieza a llover un poco más en serio.


Ahora sí, bajo por la carretera "oficial". Esta es la barrera, a unos 4 kms de la cima. Cerrada y sin guarda. Cuando la carretera está abierta, hacen pagar peaje por subir.


Y este cartel, al lado de la barrera, avisa que hay algo más de 4 kms a pendientes del 12%.


Bajo muchos kilómetros y voy a buscar el quinto BIG del dia, el Col de Chevalard. Esto es Le Chevalard, mansión que da nombre al puerto.


Y en la cima, como no podía ser de otra forma, lleno de caballos. Empieza a diluviar y ya no parará.


La bajada hasta Clermont-Ferrand es brutal. Bajo el diluvio, esto bajarlo montado es imposible, así que tengo que caminar, y con cuidado, hasta abajo.


Lo que viene luego es obviable. Atravesar la enorme ciudad y sus polígonos, perdido y bajo una lluvia incesante. Encontrar por casualidad una carretera de salida y hacer un puerto, el Col de la Ventouse, por una nacional que la primera mitad es autovía. Desde ese puerto me salgo de la nacional y enfilo dirección a meta. Aquí paso bordeando el Lac d´Aydat.


El pueblo de Aydat, que da nombre al lago.


Ahora vendrán bastantes kilómetros por una carretera todo el rato así, silenciosa y a base de subidas y bajadas, y con la lluvia como compañera.


Lo último que atravesaré será Murol, con su castillo vigilando desde una colina cercana.


Y de ahí hasta el coche, en Besse, agua y más agua. He estado de suerte entre comillas, pues todo lo interesante de hoy lo he podido hacer en seco. Tampoco me puedo quejar!


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