En primer lugar, nos detenemos a observar una demostración de aves rapaces.
El ave vuela hasta posarse bien cerca de donde nosotros estamos.
Diferentes momentos de esta demostración.
Luego nos acercamos a un taller donde observamos como trabajan el hierro al rojo vivo.
Toda la cuchillería a disposición.... que peligro!
Pero parece que la espada le gusta todavía más que los cuchillos...
Todas las paredes llenas de útiles de los que se utilizaban antaño.
Salimos del taller del hierro y nos detenemos un rato a ver la representación que nos ilustra sobre la historia del pueblo de Suria. Un bonito marco, bajo el castillo del Pueblo Viejo.
Bajamos del castillo por las estrechas callejuelas y vemos que sube un grupito de músicos tocando.
Bajo la Iglesia del Roser, paramos a escuchar unas canciones.
La mujer que trabaja la lana también se detiene unos instantes y se dedica a escuchar.
Este es el grupito que nos deleita con unas melodias a base de percusión y viento.
Escuchemos una de sus canciones.
Entramos en otra casa, donde lo tienen tan bien decorado que es imposible irse sin fotografiarlo.
Además, nos obsequian con unos pinchos de dulce de membrillo y un traguito de vino casero.
Sonreid a la cámara!!!
Bajamos a los sótanos de la casa, donde se elaboraba y guardaba el vino.
Este nicho debía hacer las funciones de almacén.
Una enorme tina, mucho más alta que yo. Poco vino debía caber ahí...
Seguimos paseando por las calles, entre el bullicio de tanta muchedumbre.
Si antes vimos como trabajaban el hierro, ahora vemos como lo hacen con el vidrio.
En la calle de las brujas están las paradas más esotéricas...
Llega la hora de comer, vamos a sacar unos tiquets!
Después de comer vamos a la calle de la Mura, la más típica de todo el Pueblo Viejo, donde también hay muchas paradas.
Salimos a una especie de patio que hay en medio del túnel y nos hacemos una serie de fotos familiares.
Y tras la sesión fotográfica, seguimos nuestro paseo. Los mohameds también tienen su puesto.
Llega la hora de irse, hay que bajar desde el Pueblo viejo hasta la altura del Rio Cardener.
Extremo norte del pueblo de Suria.
Y por estas empinadas escaleras, ponemos fin a esta agradable matinal. Es el segundo año que venimos y que gozamos de dia soleado. El año que viene, más.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario