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lunes, 21 de febrero de 2011

Puertos mediterraneos al calor del invierno: un prólogo interminable

Esta semana he podido escaparme 4 dias a hacer rutas por la zona más cercana al Mediterraneo. Era la única zona donde me auguraban 4 dias seguidos de buen tiempo, y doy fe que así ha sido.

Para trazar los recorridos, cogí el mapa del CIMA y fui trazando la ruta mirando de pasar por la mayor cantidad de ellos posibles. Al final, me ha quedado un mini-tour bastante interesante, con una primera etapa muy dura, luego 2 etapas normales y una cuarta más corta, debido a que disponía de pocas horas, ya que a la noche tengo que trabajar.

El planteamiento fue el mismo que seguiré en los Alpes en verano: ruta iniciada al salir el sol, nada más amanecer. Al finalizar la ruta traslado en coche, cocinarme algo de cena con el hornillo y dormir en el coche, en mi cada vez más acogedor "Hotel de 0 estrellas". Ha sido un buen test para lo que vendrá dentro de pocos meses.



Hoy tengo una etapa muy larga para empezar este mini-tour de 4 dias. Por tanto, me pongo a pedalear un buen rato antes del amanecer. Pasando por el Real Monasterio de Santes Creus, monumento nacional, la luna se aleja y va a dejar paso al sol.



Voy subiendo a Montagut por esta vertiente del Coll de la Torre, una subida larga pero que no tendrá rampas duras hasta el final.


En lo alto del Coll de la Torre, cojo el desvío que me llevará a coronar Montagut. También por este lado encontramops duras rampas en cemento, aunque no tan exigentes como la vertiente por la que luego bajaré.




Una vez en lo alto, el sol ya se ha hecho amo de la mañana y empiezo a disfrutar de las vistas.










Finalizo la parte más complicada de la bajada al llegar al pueblo de Querol. Cemento y 20% con el suelo húmedo no son nada fáciles de manejar!




El Castillo de Querol, o lo poco que queda de él.




Tengo ahora terreno bastante favorable hasta Valls. El viento, fuerte y a ratos incluso peligroso, es un compañero nada deseado.



Atravieso Valls, algo complicado fué encontrar la carretera de salida, pero preguntando un par de veces consigo salir, dejando atrás su larguirucho campanario.




Llego a Picamoixons, donde ya empezará la larga subida a La Mussara.




Primeros kilómetros siempre a la vera del Rio Bruguer.




Luego prosigo la subida por las Solanas del Ferreró.




Abrupto terreno, solitario en este lunes de invierno.




Ahora llego a Farena, en plenas montañas de Prades. Prácticamente deshabitado en invierno, en verano es muy turístico.




El tramo más duro de toda la subida a La Mussara es aquí.



Larga subida esta de La Mussara, aunque tiene bastantes descansos y alguna bajada.



En Mont-Ral, el Mediterraneo está a la vista.



Otro descanso, mientras al fondo a la izquierda ya veo las antenas de la cima del puerto.



Estoy entrando en territorio Mussara. Aquí se respira la brujería y el esoterismo. Akelarres y sacrificios en la zona más tenebrosa de Cataluña, un auténtico punto caliente de lo paranormal.



En la cima, las vistas invitan a la relajación.



No tardo en enlazar con Castillejos, donde empezará una larga bajada.



Directo al Mediterraneo!



El pueblo de Arbolí, de origen sarraceno. Hay aquí 2 minas de cobre sin explotar.



El Pantano de Siurana. Aquí se practica el "volei-pantano", una modalidad de volei-playa autóctona de Cornudella de Montsant, con arena de playa importada.



Empieza ya el diente de sierra final. Primero con el Coll de Porrera.



Siguiendo luego con el Coll Major.



Bajada del Coll Major dirección a Falset.



El diente de sierra siguiente es el Coll Roig. En plena subida paso por la Torre de Fontaubella.



En la cima del Coll Roig, un gran parque eólico. Sigue haciendo mucho viento, hoy me ha acompañado toda la etapa añadiendo un plus de dificultad inesperado.



Vistas desde el Coll Roig.



El pueblo de Colldejou, al pie de la Mola de Colldejou, en plena bajada del puerto.



Cruzo Mont-roig del Camp y busco Vilanova de Escornalbou, para subir al Castillo de Escornalbou.



La subida al Castillo desde Vilanova es bastante complicada, las pendientes son fuertes y el castillo siempre se ve muy arriba.



Por suerte, en la parte final las vistas compensan, y el esfuerzo no ha sido en balde.






Llego a los aledaños del Castillo Monasterio de Sant Miquel d´Escornalbou.



Y doy un último vistazo al Mediterraneo, antes de pasar a la otra cara del monte y perderlo de vista.



Bajando a Riudecanyes, una capilla.



El cielo se vuelve plomizo, incluso llega a chispear un poco. El viento es incesante y en zonas altas y abiertas incluso peligroso.



Voy a subir La Teixeta, previo paso por el Pantano de Riudecanyes, una zona de descanso antes de la subida.



Aquí empieza la subida en sí, en Duesaigues. Este puente de piedra, de 14 arcadas y por donde pasa la via del tren, es Patrimonio Industrial de Cataluña.



Subiendo a La Teixeta, mucho colorido para ser aun pleno invierno.



Cima de La Teixeta. El viento aquí es brutal, por suerte ahora en la bajada lo tendré a favor, cosa que me hará coger casi los 80 km/h.



Y por fin, tras ir pasando por poblaciones como Riudecols, Borges del Camp, Maspujols, Vilaplana y salvar el Coll de la Batalla, llego a Selva del Camp, punto final de esta primera y larguísima etapa.


Una vez en el coche, me cambio de ropa y emprendo viaje hacia el siguiente destino. Como enseguida me anochece, decido parar a dormir en algún pueblo a medio camino, ya en la provincia de Castellón.

Por la noche, el viento es tan violento que incluso zarandea el coche, cosa que me hace despertar varias veces y me fastidia algo el descanso reparador que necesito.


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