Vamos a hacer la ruta del Carrilet, una Via Verde que une Olot con Sant Feliu de Guixols. Ida y vuelta. En total, 190 kms que haremos en 3 etapas.
Por cuestiones de comodidad, empezaremos en Les Preses, a 3 kms de Olot, y finalizaremos en Playa de Aro, pues ahí encontré el hotel que más me gustaba.
La primera etapa, de 95 kms. De Les Preses a Playa de Aro. Empieza con 8 kms de subida hasta el Coll d'en Bas y luego ya todo es descenso y llano hasta la costa.
La segunda etapa, de Playa de Aro a Anglés. 58 kms mayormente llano con tenue subida.
La última etapa, de Anglés a Les Preses. 37 kms, los primeros 29 siempre tendiendo a subir y los 8 últimos de bajada.
Vamos con las imágenes!!!
Punto de inicio de la ruta, la Estación de Les Preses. Ni frio ni calor, 0ºC y toda la hierba helada. Por tanto, toca abrigarse y bien!
Por suerte, los primeros 8 kms son en subida. Muy suavecita hasta los 2 últimos kms del puerto, pero subida al fin y al cabo. Empezamos al lado de la carretera.
Pronto llegamos a Sant Esteve d'en Bas. En esta explanada es donde empieza y termina la Marcha Cicloturista Terra de Remençes.
Seguimos ascendiendo deseosos de que el sol nos toque de pleno. A punto está!
Con mis ruedas de tacos, en las subidas no puedo competir con sus ruedas finas y se me escapa...
Al fondo, vemos la Collada de Bracons. Le explico que es un puerto de montaña muy duro y el pobre, algo cansadito de la subida constante, me dice que ni hablar de hacer planes por allí.
Coronamos el Coll d'en Bas y muy animado porque ahora viene bajada, se lanza. Le digo que quedan 87 kms y que hay que regular, que la ruta de hoy es muy larga.
Pasamos por al Estación de Sant Feliu de Pallerols a toda leche.
Preciosa mañana y preciosa ruta que atraviesa ahora el Bosc del LLober.
Amer, la siguiente Estación y pueblo de la ruta. Todas las estaciones muy bien conservadas, muchas de ellas con servicio de bar, aseos,...
Las rectas, antiguo trazado de la via del ferrocarril, se pierden en la lejanía.
Un pequeño receso. Mi bici, con las pequeñas alforjas donde tuvo que caber el equipaje de los dos. Con lo mínimo que fuimos!
Sin duda, el mejor sitio para parar a descansar un poco. Cuanta relajación que ofrece este paisaje...
En la Estación de Bonmatí otra paradita para ir al lavabo...
... y para reposar. Fuera el casco y a ponerse cómodos!
Unas galletitas para ayudar a esperar la hora de comer.
Proseguimos camino de Girona. Hay sitios que el barro y la arena blanda hacen muy dificil avanzar. Esto no lo habiamos tenido en cuenta y fué un duro handicap.
Uno de los numerosos puentes que hay en la Via Verde.
De nuevo pedaleamos al borde de la carretera.
Entre campos de cultivo, llegaremos a Salt, que está pegado a Girona.
Hay que atravesar toda la ciudad de Girona, y eso lleva un rato. Siempre hay algún carril-bici por el que ir, aunque cuesta orientarse y hay que preguntar frecuentemente.
Tras el estress de la ciudad, llegamos al final y por fin salimos de nuevo a campo abierto.
Pedaleando a la vera del Rio Onyar.
Otro puente más. Aquí solo cabe una bici, así que tiene preferencia quien antes entre en el puentecillo.
No hay ninguna prisa. Otro descanso, alguna galletita más y empezando a pensar en comer de verdad.
La Estación de Quart, muy agraciada ella con su trenecito.
Rectas largas y los kilómetros acumulados empiezan a pasar factura.
Otra Estación, en Cassá de la Selva.
Soledad en esta parte de la Via Verde.
A punto de entrar en el bosque nuevamente.
A la vista tenemos Llagostera, donde pararemos a comer en un bar que hay a pie de Via Verde, dentro del pueblo.
Pasamos por la Estación de Llagostera y acto seguido nos sentaremos en una mesa en la calle para degustar unos enormes bocadillos de hamburguesa recién hecha.
Con la barriga llena, afrontamos los últimos 20 kms de etapa, pasando por este bosque espectacular de árboles pelados.
Hay ganas de llegar y el peque aprieta. Espero que no lo pague mañana...
Font Picant, y la playa ya casi se puede oler.
Entramos en Santa Cristina de Aro, a partir de aquí ya será un deambular por zonas urbanizadas.
Nos liamos un poco y aparecemos en la otra punta de Playa de Aro, por lo que hay que cruzar toda la población hasta llegar al hotel.
Y así, tras 7 horas de pedaleo, llegamos a nuestro hotelito. Quedamos maravillados cuando entramos en la habitación... y eso que aun no hermos visto el baño! El chaval me dice que nos quedemos a vivir ahí. Ya me gustaría...
Salimos a pasear, tras la ducha. La calle principal de Playa de Aro está llena de tiendas de marca, vaya que ni el Portal del Angel en BCN tiene tanto pijerío. Tiendas de ropa, de joyas, restaurantes... todo de marcas caras. La calle está llena de mujeres con su cuello y gorrito a juego con el color de sus uñas, vemos algún Lamborghini,.... Puag, cuando ya estamos harttos de tanto pijo concentrado, nos escapamos de ahí por un callejón y llegamos a la playa.
Que diferencia! Solitaria, la mar en calma, algún pescador tranquilo... Ese es nuestro sitio!
Nos entretenemos tirando piedras al mar mientras la luna llena se eleva sobre el horizonte. Que a gusto se está ahí...
Cuando nos cansamos, volvemos al hotel, a disfrutar de lo mejor del dia. La zona de SPA, solamente para nosotros y sin límite de tiempo. Piscina, cascadas, jacuzzis, sauna sueca, sauna finlandesa, chorros de hielo,... Nunca es demasiado cuando me acompaña la persona que más quiero.
Casi hora y media de SPA nos abre el apetito y nos vamos a cenar a un chino, así aseguramos que saldremos con el estómago bien lleno, jeje.
Tras la paliza, al llegar a la habitación caemos rendidos y nos dormimos al momento.
Como ambos somos madrugadores, bien temprano estamos para desayunar en las lujosas instalaciones del hotel. El surtido es amplio, tipo buffet, y nos ponemos tibios de dulces, embutidos, zumos...
Con pena, dejamos el hotel y empezamos a deshacer todo el camino andado ayer. Nos detenemos en la Estación de Santa Cristina de Aro, la mejor de todas, con una pequeña via de tren, un estanque,...
Pasando por la Estación de Font Picant.
Y en otra fresca mañana, aunque lógicamente no tanto como la de ayer, vamos haciendo camino.
Nos detenemos en las Rocas del Infierno, y atendemos a las explicacions del cartel para saber el por qué de ese nombre.
De nuevo el bosque de árboles pelados. Ahora, en subida, da tiempo a observarlo mejor, jeje.
En la Estación de Llagostera paramos a coger agua de una fuente y a descansar un poco.
Los usuarios de la Via Verde parecen navegar sobre la hierba.
Los puentes es de lo más divertido. El chaval está disfrutando y yo, al verlo, todavía más.
Llegamos a Girona. Ufff, toca volver a cruzar la ciudad. Nos perdemos otra vez y tenemos la mala suerte de preguntar al típico ese que empieza a hablar y no para, y no sabes como irte. Al final el nene, con menos verguenza que yo, cogió y arrancó mientras el abuelo seguía hablando. Fué la excusa perfecta para irme yo detrás, jeje.
No falta mucho para Anglés, final de etapa, pero hoy ya no ha habido bajada y eso se nota. Descansos, los que hagan falta!
Estamos en Anglés. Vamos al hostal y claro... que diferencia con el hotel de anoche! Pero bueno, almenos tiene tele y la comida es buenísima! Comemos a eso de las 3 de la tarde, y nos gusta tanto que decidimos que para cenar también nos quedaremos aquí.
Tras la comida y la ducha, vamos a visitar el pueblo. Subimos a lo más alto, a la iglesia.
Y desde ahí, vemos como la tarde va cayendo sobre los viejos tejados del nucleo antiguo.
Callejones verticales y empedrados.
Terminamos pronto la visita a Anglés, pues es pequeño. Vamos a la habitación y vemos una peli, haciendo tiempo para bajar a cenar. Cenamos pasadas las 8 de la noche y subimos de nuevo. Dan otra peli, pero el sueño nos vence.
Amanece fresquete, como debe ser en diciembre en esta zona, y ponemos rumbo a Les Preses, punto final de la aventura. Por el camino, deberemos superar el Coll d'en Bas, que está a 29 kms de aquí. Siempre subiendo.
Agradable mañana que invita a rodar sin prisas.
Pasamos por Cellera de Ter y por Amer.
Un manto de hojas cubre la pista.
Enormes estrechos cavados en la roca para permitir en su dia el paso del ferrocarril nos abrigan ahora a nosotros.
Recta interminable...
... que tiene premio. Al final de ella, en este bar de Les Planes d'Hostoles, nos vamos a dar un festín. También está a pie de Via Verde, y los bocadillos están de muerte. Como me descuide, se zampa también el mio!
Seguimos subiendo y dejamos atrás Les Planes d'Hostoles.
De nuevo la tranquilidad y el silencio son los dueños del entorno.
El terreno vuelve a ser abrupto.
En Sant Feliu de Pallerols, nuevo descanso. La cima del puerto está muy cerca y hay que asegurarse que no fallen las fuerzas.
El peque me lanza un ataque en los últimos metros del Coll d'en Bas que yo, con las alforjas a cuestas, no puedo responder. Me gana de paliza! Ahí lo vemos coronando el puerto.
Ahora ya solo es dejarse caer, con la seguridad que ninguna subida más vamos a encontrar.
Últimas pedaladas.
En Sant Esteve d'en Bas, vemos que ahora también estamos en el Camino de Santiago.
Y tal y como empezamos anteayer, al lado de la carretera que lleva a Olot, damos por terminada esta aventura de 3 dias, que nos ha llevado a atravesar 4 comarcas, desde el Pre-Pirineo hasta el Mediterraneo, ida y vuelta.
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