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jueves, 5 de enero de 2012

Francia mediterranea: Chaine des Alpilles


Salgo del trabajo a las 6.30 de la mañana y ya directamente, sin pasar por casa, pongo rumbo a Francia. Calculo llegar a Arles sobre el mediodía, por lo que la etapa diseñada no es en absoluto larga. Apenas 100 kilómetros y poco desnivel, pues en esa zona oscurece muy rápido.

Primeras pedaladas del año partiendo de las afueras de Arles, dirección al Parc Naturel Regional des Alpilles.


Aun no me doy cuenta y ya me presento ante la Abadía de Montmajour, fundada en el año 948 por los monjes benedictinos. Uno de los monumentos importantes de Francia.


Discretamente apartada, pero no lejos de la Abadía, está la Capilla de Sainte-Croix. Está rodeada por un cementerio de tumbas excavadas en la roca.


Luego paso por los restos del acueducto romano que se construyó para abastecer de agua la ciudad de Arles desde los Alpilles.


Acercándome al primer pueblo de la ruta, Paradou, por carreteras secundarias de las que a mi tanto me gustan.


El pueblo de Paradou, primer pueblo por el que pedaleo en este 2.012.


El ayuntamiento, muy majestuoso él.


Luego paso por Maussane-les-Alpilles. Aquí la Iglesia de Sainte-Croix.


La carretera me lleva a las montañas. Muy altas no son, pero montañas al fin y al cabo.


Subiendo hacia la Baume Brignolle.


Aquí ya da un poco más de sensación de puerto, aunque apenas sobrepase los 200 metros de altitud.


Las cepas, ahora es época de poda para prepararlas de cara a la primavera.


Solitaria esta cadena montañosa.


Descendiendo hacia Eygalieres.


Como Cristiano Ronaldo no nos haga ganar la liga este año, lo enviaremos a jugar aquí la siguiente temporada. Estamos en Eygalieres, por si interesa...


La Capilla de St-Sixte, a la salida de Eygalieres, es una de las imágenes más conocidas de la Provenza en general y del arte románico provenzal en particular.


Toca ir hasta St-Remy-de-Provence, por un entramado de pistas asfaltadas laberíntico.





Esta ya es la carretera general que lleva a St-Remy.


Con tan escaso arcén, y como aquí hay tráfico, decido salirme de esta carretera y circular por otra paralela, mucho más estrechita.


Mejor por aquí, ¿verdad?


Paso sobre el Canal des Alpines, que permitió la aparición de muchos cultivos de frutales en una zona donde solamente había olivos y viñas.


Cerca de St-Remy, las casas mantienen los adornos navideños.


Saliendo de St-Remy paso por las ruinas de Glanum, una ciudad romana que estaba en el cruce de las 2 vias más importantes que unían Italia con España. Aquí vemos el arco y el mausoleo. Se fundó en la primera Edad del Hierro.


Estoy en la que será la única subida importante del dia, el ascenso al Plateau de la Caume, en lo más alto de Les Alpilles.


Llego a lo alto del puerto en la carretera general, pero para subir hasta la cima, hasta el Plateau, debo desviarme por aquí.


Tras unos metros de sterrato, reaparece el asfalto y sabiendo que no habrá coches, pues la barrera lo impide, subo muy suelto.


La subida se endurece considerablemente.


Y no tarda en asomarse el gran repetidor que hay en la cima. Es mi meta.


Pero llegar no va a ser fácil, esta rampa asusta!


Empieza a asomar la enorme llanura provenzal.


Sube que te sube, cada vez tengo más cerca mi objetivo.


Abajo quedó St-Remy y toda la Provenza y los valles de la Durance y el Ródano.


Llegando al Plateau de la Caume, objetivo cumplido! Con sus 387 metros de altura, es el punto más elevado de Les Alpilles.


Grandes vistas desde aquí arriba mirando hacia el sur, hacia el Mediterraneo.


Las antenas de la cima.


Inicio el descenso para retomar la carretera general.





Curioso ver multitud de estas placas explicando las características de cada especie de árbol.


Rápidamente llego a la llanura y vuelvo a encontrarme enormes viñedos.


Voy a ir a Les-Baux-de-Provence, cuyo castillo vislumbro en lo alto de la montaña. Esta población tiene el sello de calidad de "las más bellas villas de Francia" y recibe más de un millón y medio de turistas al año.


El Chateau des Baux. Fortaleza medieval erigida en el siglo X, en la época del sacro imperio romano germánico.


Penetro con mi bici dentro del castillo para asomarme a sus murallas.


La carretera de acceso al pueblo y al castillo de Les-Baux.


Desde la muralla de abajo, estas vistas.


Abandono el castillo y prosigo mi subida hasta el col de la Vayede. Realmente se disfruta subiendo un puerto con estas rocas escoltando.


Veo algo alejado el Chateau des Baux, de donde yo vengo.


Estas rocas tan perforadas atraen mi atención.


Hay un desvio hacia un mirador, así que no lo dudo y allá que voy. El Castillo queda ahora bastante alejado.


Preciosa subida al mirador.


Desde el mirador, puedo ver el Chateau des Baux.


Y la bajada que tengo por delante.


Bajo hasta St-Etienne-du-Gres y tengo terreno cómodo hasta el final de etapa.


Vuelvo a cruzar el Canal des Alpines, y recuerdo que tengo el Ródano a menos de 3 kilómetros en linea recta.


De nuevo la Abadía de Montmajour contempla mis idas y venidas.


Y con el sol cayendo muy deprisa sobre el horizonte, daré por finalizada esta primera toma de contacto con el sureste francés.


Una vez en el coche, me cambio y pongo rumbo al punto de inicio de la etapa de mañana. Son algo más de 2 horas de viaje, pues no iré por autopistas. Pero como tengo bastante sueño, a medio camino paro en un pueblo que tiene una enorme zona deportiva con vestuarios. Están entrenando unos futbolistas y yo aprovecho para lavarme bien (incluso hay duchas, jejeje) y decido quedarme a dormir ahí mismo.

El viento es fortísimo, tanto que hace que deba ponerme tapones para dormir. Más de 9 horas de sueño del tirón me dejarán como nuevo para la primera etapa seria de este mini-tour.


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