He dormido de cine esta noche, al no hacer tanto frio como en noches anteriores. Me levanto que ya está entrado el dia, hoy no hacía falta madrugar tanto. en este parque de Benicássim es donde dormí, y donde inicio este primer sector, que me llevará a recorrer el Parque Natural del Desierto de las Palmas.
Empezaré con varios kilómetros por la nacional, desagradable pero necesario para poder hacer el bucle y ver las 2 vertientes de esta subida.
Cuando estoy a punto de llegar a Castellón capital, dejo la nacional y ya tomaré la carretera que se adentrará en el Parque Natural. Ahora todo se volverá tranquilidad.
El nombre del paraje, Desierto de las Palmas, es debido a la presencia de una orden mendicante carmelita, orden que denomina de esta manera a los espacios dedicados al retiro espiritual (los "Santos Desiertos"). La segunda parte del nombre se debe a la abundancia del palmito, única palmera endémica de Europa.
Una subida muy tranquila en todo momento, ya que solamente algunas urbanizaciones no muy grandes pueblan la zona.
No tardaré en tener vistas sobre el Mediterraneo, estoy en todo momento muy cerquita de él.
Ahora veo, en lo más alto, el Pico del Bartolo y sus antenas. Hasta allí quiero llegar, es el objetivo.
Al llegar al Desierto de las Palmas, sale una pista asfaltada en regular estado, donde las pendientes son muy considerables. Pues ala, vamos al lio!
Alzándome sobre toda la plana de Castellón.
Y por fin, tras unas cuestas endemoniadas, llego a lo más alto, a las antenas. Objetivo cumplido!
Las vistas hacia el interior desde la cima también son muy de tener en cuenta.
Un último vistazo a la zona costera antes de lanzarme al descenso.
Ahora bajaré por la vertiente de Benicássim, donde al final encontraré el coche y marcará el final de este primer sector.
Segundo sector: Sierra de Garcerán
Me desplazo en coche hasta Bell-lloch, para iniciar un nuevo bucle, esta vez atravesando por 2 veces la Sierra de Garcerán. Hasta Torre d'en Domenec es terreno llano, pero en esa población ya empieza el primer puerto, Serratella.
Callejeo un poco por Torre d'en Domenec, para curiosear.
Primeras rampas de este puerto, con los almendros en flor.
La vegetación predominante del entorno son las encinas y los matorrales propios del monte bajo abundando las plantas aromáticas: romero, tomillo y lavanda.
Colorida subida en estos momentos.
Luego todo vuelve ya a estar más secajo.
Vemos la loma que habrá que superar, aunque luego la subida aun continuará.
Este equipo alemán está entrenando por esta zona.
Vista del trazado de la subida en esta parte intermedia.
Veo unas antenas, aunque en esta ocasión no marcarán el final del ascenso.
El pueblo de Sarratella, de 93 habitantes.
Poco después del pueblo, llego a la cima del puerto. Muy desolado por allí arriba, algunas cabañas en ruinas y poca cosa más.
Tengo por delante un raudo descenso hasta Albocásser, capital de la comarca del Alto Maestrazgo.
En Albocásser, paro para comprar unos refrescos y donuts, ya que hoy no me llevo bocadillo. Bien avituallado, inicio la subida al puerto de la Bandereta.
De nuevo los almendros dan un toque de color a la subida.
La subida se agarra, y en poco rato gano bastante altitud.
Muy escénica esta parte de la ascensión.
Grandes vistas de El Maestrazgo desde la cima de la Bandereta.
Bajaré por la otra vertiente, la que mira a la costa. Como en el caso anterior, la vertiente costera es larga y de pendientes moderadas, mientras que las vertientes del interior son más cortas y empinadas. Al fondo, el pueblo de Sierra Engarcerán.
Finalizo la bajada y de nuevo me monto en el coche, para ir a buscar el tercer y último sector de la etapa final de este stage.
Tercer sector: Sierra de Irta
Conduzco hasta Alcossebre, donde iniciaré este tercer y corto sector, que me llevará a subir hasta la Ermita de Santa Lucía. Alcossebre es un pequeño núcleo costero que consta de diez kilómetros de costa repartidos en cinco playas de gran calidad y diversas calas vírgenes, siendo uno de los pocos pueblos que no se encuentra totalmente urbanizado (como la mayoría de los pueblos costeros).
Tras dejar el pueblo, por una carretera perfectamente asfaltada, esta señal me avisa que la cosa no va a ser regalada.
Duras cuestas con el mar siempre como telón de fondo.
Uf, efectivamente, de regalo nada. Habrá que sudarlo!
Pero por suerte, es muy cortito. Aquí llego al final de la última rampa.
Desde arriba, estas vistas de Alcossebre y la Costa del Azahar.
Tras una corta bajada, me planto en la Ermita de Santa Lucía, situada a 312 m. sobre el nivel del mar, en la que se conoce como montaña de San Benet. Data de finales del siglo XVII y tiene adosado un edificio, antiguo hostal con habitaciones para los peregrinos, establos para las caballerías y dos pozos en la plaza que daban idea de las romerías que se hacían antiguamente.
El Mediterraneo en todo su esplendor.
Y el interior de Castellón, con El Maestrazgo de fondo.
Desde este mirador, qué mejor sitio para finalizar estos 4 dias de cicloturismo puro y duro, que me han llevado a conocer un pedacito más de la geografía de nuestro país.
Saludos y hasta la próxima!
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