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lunes, 12 de marzo de 2012

Meseta oriental. Cuencas mineras del Maestrazgo


Hoy sin madrugar y sin apurar el reloj, empiezo mi última etapa en Ejulve, bajo la Iglesia de Santa María la Mayor. Una etapa corta, pero que será muy intensa pues todo el rato andaré subiendo y bajando.


Los primeros kilómetros me serviran para adentrarme en la Sierra de Ejulve.


Zona de paisaje muy pelado subiendo el puerto de Degollaos.


Desoladoras imágenes. El incendio forestal del 2.009, causado por un rayo, quemó más de 7.000 hectareas y fué el más feroz y extenso de todos los producidos en España en ese año.


Ante tan triste visión, inicio el descenso de Degollaos.





A poco de iniciar el ascenso a Villarluengo, me encuentro con los Órganos de Montoro. Son una impresionante formación caliza de estratos subverticales de edad cretácica. La forma asemeja a unos tubos de órgano de grandes proporciones, y de ahí la denominación del lugar.








Tras esa curiosa zona, una bajada me lleva de nuevo a acariciar el curso del rio Pitarque, en Las Fábricas. Este nucleo hoy está deshabitado y convertido en hostal.





Se reanuda el ascenso y Las Fábricas bién abajo van quedándose.


Últimos kilómetros de subida a Villarluengo con curvas entrelazadas.


La cima del puerto, aunque el pueblo de Villarluengo queda un poco más adelante.


Allí delante podemos verlo, tras un par de kilómetros de más o menos llano.


Villarluengo, pintoresco pueblo situado en el corazón de la comarca del Maestrazgo turolense, enclavado en lo alto de un enorme espolón rocoso al borde de un profundo barranco.


Continúo por la carretera un par de kilómetros y luego giro a la izquierda para adentrarme en la sierra Carrascosa.


Desde arriba, hay estas vistas del Maestrazgo turolense.


Retorno por donde vine y bajo hasta Las Fábricas, para ir a subir el Cerro San Cristobal. Inicio muy cómodo, siguiendo el curso del rio Pitarque.


La zona de Los Estrechos, un paso muy espectacular.

















Se inicia la subida propiamente dicha del Cerro San Cristóbal al llegar a la altura del pueblo de Pitarque.


Arriba se insinúa lo que será el punto final de la ascensión.


Subida dura, con rampas cercanas al 20% y 2 kilómetros seguidos por encima del 11%.








Al llegar a la cima, de nuevo se puede sentir la soledad de esta zona de las cuencas mineras.


Descendiendo a Aliaga.


Entrando en Aliaga, que tiene la peculiaridad de que en el lugar donde se asienta se encuentran representadas todas las edades geológicas de la Tierra.



Bonita imagen de Aliaga.


Empezamos la larga subida a Majalinos acompañados por el rio Guadalope.


Otro estrecho que nos ofrece momentos interesantes.








La antigua central térmica de Aliaga. En su tiempo, fué la mayor de España, quemando carbón que se extraía de las minas locales. Cerró en los 80.


Entrando en la Sierra de Majalinos.


Volvemos a ver los efectos del devastador incendio antes mencionado.








La pedanía de La Cañadilla estuvo a punto de quedar totalmente calcinada.


Últimos esfuerzos subiendo Majalinos.





Realmente triste ver toda esta zona así.


En la cima, ni el cartel se escapó del fuego.


Ahora ya todo será bajada hasta Ejulve, con este dantesco panorama.


Y para terminar la etapa y el Tour, nada mejor que un buen trago de agua fresca.



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