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jueves, 21 de junio de 2012

The Italian Job, la aproximación: Chalet du Gioberney, Orcieres-Merlette y Vallée de Champoleon



Desde hace un par de años, tenía una espinita clavada. Bueno, en realidad no era una, sinó dos. La verdad es que no dolían, ni siquiera molestaban. Podía pasarme semanas o meses sin saber de su existencia. Aunque algún dia, esporádicamente, algo me recordaba que estaban ahí. El subconsciente, quizás.

Por otra parte, para estas fechas de San Juan, tenía el último descanso laboral largo antes del mes de julio, mes en el que no voy a tocar la bici en absoluto. O sea, se juntaron el hambre con las ganas de comer, o las espinitas con la posibilidad.

Empezé a mirar las previsiones meteorológicas ávidamente una semana antes, y no eran malas. Un par de dias antes, las previsiones eran mejores. No me lo pienso más. Enciendo el ordenador, abro la carpeta de "proyectos" y, dentro de ella, abro otra carpeta, la carpeta de las "espinitas". Al momento, la impresora empieza a vomitar folios con mapas dibujados. Lo único que tengo que hacer es coger el rotulador fosforito y dibujar las carreteras por las que quiero pedalear.

Un viaje así de largo no es para hacer una única etapa, ni dos, ni siquiera tres. Cuatro como mínimo, para rentabilizarlo. Por tanto, creo alrededor de "The Italian Job" un entramado de etapas, algunas más duras que otras, para conseguir un plan áltamente interesante.

Emprendo viaje el miércoles por la noche, a eso de las 11, cuando salgo de trabajar. Conduzco hasta que noto sueño y entonces paro a dormir unas 3 horas en un area de descanso de la autopista, a la altura de Les Alpilles, una pequeña cadena montañosa que ya recorrí hace pocos meses. A las 6 de la mañana reemprendo el viaje, para llegar a media mañana al punto de inicio de la primera etapa.

Esta primera etapa es fácil, cómoda, pues tras el viaje y dormir poco no puedo meter dureza en absoluto. El inicio es muy cerquita de Gap, algo al norte de esta ciudad, en Saint-Bonnet-en-Champsaur. Nada más empezar, esto es lo que veo. Estoy en "mis" Alpes, once meses después vuelvo a sentirme como en casa.


Estoy bajando el rio Le Drac, en esta valle tan ancho, y transitando por la Route Napoleon.


El paso por Chauffayer me ofrece estas imágenes que ya empiezan a ser espectaculares. Que bien que me lo voy a pasar!


Sigo por cómodo terreno descendente, mientras las previsiones de buen tiempo parece que empiezan cumpliéndose. Dan sol para todos los dias, cosa que me hizo lanzarme de cabeza a este proyecto. Lo que en estos momentos no sé, es que ese buen tiempo va a ser mi perdición.


Poco antes de llegar a Saint-Firmin, cojo carreterita secundaria para empezar a adentrarme, durante muchos kilómetros, en el Valle de la Severaise.


El valle, una preciosidad, irá estrechándose poco a poco.




Paso por varios pequeños nucleos en esta carretera que es paralela a la principal, pero por el otro lado del rio.


En este punto, cruzo el puente sobre La Severaise y paso a la carretera general que sube el valle.


La carretera sigue siendo muy tranquila, y empiezan a formarse nubes de evolución.


De momento, pendientes muy cómodas y paisajes de ensueño.


Pasando por La-Chapelle-en-Valgaudemar, la población más importante del valle.


Prosigue el ascenso, a ratos entre bosques que me dan una sombra que agradezco.


Al salir del bosque empiezo a encontrarme múltiples cascadas que bajan de lo más alto del Massif des Ecrins. La Cascade du Casset.


Disfrutando como un niño de esta Reserve Naturelle de la Haute Severaisse.


Ganando altura, ahora ya con mayores porcentajes. 


Otra cascada, y no será la última. La Cascade du Rif du Sap.


Observamos como la pendiente es importante en esta zona.


La carretera sigue adentrándose en el Parc National des Ecrins.


Una gozada de valle, desde luego que sí.


Bruscamente, cambiamos de dirección, y dejamos de ir hacia el este para encarar al norte e ir a buscar el Chalet-Hotel du Gioberney. Es una zona de curvas de herradura y fuertes pendientes.




No tardo en tener a la vista el Chalet, y a su lado la Cascade du Lauzon.


El Chalet, protegido por el Cirque Glaciaire du Gioberney.




La enorme Cascade du Lauzon.




Primer plano del Circo Glaciar du Gioberney.


Tras disfrutar unos minutos de ese entorno paradisíaco, llega el momento de dar media vuelta y deshacer todo el camino hasta el coche. Empiezo a despedirme del Chalet-Hotel du Gioberney.


Paso de nuevo por La-Chapelle-en-Valgaudemar.


Pena me da tener que dejar este valle tan guapo, pero voy a por otras zonas que, a buen seguro, también me van a gustar.


Villar-Loubiere, otra población del valle. Sobre ella el Glacier des Souffles.


Hora de coger agua en este pequeñísimo nucleo. Qué buena que tiene que estar este agua!


Llego al coche, cojo el bocadillo y me voy a hacer el segundo sector del dia, que incluirá un par de subidas más. Primero una estación de esquí, la de Orcieres-Merlette, y luego iré a remontar otro valle, del mismo tipo del que acabo de hacer pero algo más modesto.


Terreno de transición mientras me acerco al valle de Le Drac.




Llego a Chabottes, donde ya el terreno irá subiendo acompañando siempre a Le Drac.


Las nubes empiezan a espesarse por la zona a la que voy, espero no mojarme.


El valle de Le Drac, amplísimo. Esta zona de la depresión del valle de Champsaur determina la frontera entre los Pre-Alpes y los Hautes Alpes.


Paso por el pueblo de Pont-du-Fossé.


Le Drac, siempre acompañándome. En breve, en concreto en el Pont de Corbiere, empieza la subida propiamente dicha a Orcieres-Merlette.


En pleno ascenso. Son 11 kms al 6% de media, y a poco de empezar hay esta fuente que voy a aprovechar al máximo, tanto ahora como a la bajada.


Le Grande Autane, con sus 2.782 metros, contemplará al completo mi ascenso.


Dejo atrás el pueblo de Orcieres, con su picudo campanario, y voy a seguir hasta la Estación de Orcieres-Merlette.




Grandioso panorama!


Ahora tengo a la vista la Estación, ya va quedando menos!




Pasando por Les Veyers, ya muy próximo el final de esta subida.


Veo estos últimos metros ascendidos y como la carretera se va retorciendo por esta zona de prados.


Atisbo en la lejanía el fondo del valle, punto donde inicié la subida.


Los grandes edificios del complejo invernal muy próximos.


Nada despreciable es el desnivel de este puerto, de largo el más serio de los 3 que voy a hacer hoy.


Llegando a la Estación de Orcieres-Merlette. Aquí llegó el Tour de Francia por primera vez en 1.971, ganando un tal Luis Ocaña. Gran ventaja obtuvo este dia, y cogió el maillot amarillo, que luego perdió en una caida en los Pirineos.




Como curiosidad, aquí está la tirolina más larga de Europa, con 2 kilómetros de longitud de cable y donde se alcanzan los 140 km/h. Vaya, como el nuevo Shambala de Port Aventura pero simplemente colgado de un cable... que no me busquen!


Desciendo los 11 kilómetros hasta el Pont de Corbiere, donde nace la carretera que ascenderá al Vallée du Drac de Champoleon. Paso sobre Le Drac.


El cielo se oscurece mientras yo subo por esta carretera mucho más tranquila que las anteriores.


Omnipresente la presencia de Le Vieux Chaillon, de 3.163 metros.




Lo mismo la carretera pasa al lado de pequeños huertos que por zonas de desprendimientos.






Esta tercera y última subida de hoy también ofrece buenos momentos. Más cerrado que el primer valle al que ascendí esta mañana, pero a cambio mucho más tranquilo, si cabe.


Enormes abetos.


Grandiosos Alpes! Me encanta todo esto, aun no entiendo como yo no nací por aquí...


 Al final, tras breve bajadita, se termina la carretera. Algo decepcionante este final, pues todo eso queda completamente cerrado. La gente baja hasta el rio caminando para tomar el sol o darse un baño, otros inician aquí sus rutas senderistas.


Me asomo un poco entre los árboles para poder tomar la foto del final de esta subida. La carretera acaba justo donde empieza el Parc National des Ecrins.


De bajada, otra fuente para repostar, pues me comí el bocadillo mientras subía y la sed aprieta.


Toca deshacer el camino. 




De nuevo pasando por Chabottes, en busca del final de etapa.


No ha estado nada mal este inicio, esta primera toma de contacto con los Alpes. 


Llego a Saint-Bonnet, y doy por terminada esta etapa. Facilita, por ser la primera, y porque mañana viene lo fuerte.


Tengo una hora y media más de conducción hasta llegar al punto de inicio de la segunda etapa. Mañana, toca "The Italian Job", el principal motivo de este viaje.

Aparco junto a estos aseos públicos, una zona que ya había decidido porque lo había visto por el google street viewer. El único "pero" es que la pica para lavarse, como vemos, está puertas afuera. Como hay bastante gente en el parque contiguo, familias con niños, para darme la ducha me pongo el bañador. Está nublado, hace viento y estoy muy por encima de los 1.000 metros de altitud, así que en la ducha paso un frio del copón. Pero dormiré bien limpio, cosa que agradeceré.


Tras la ducha, ya con ropa limpia, me hago la cena. Y justo cuando voy a pasar la bici a los asientos delanteros para meterme a dormir, descarga un chaparrón de esos del atardecer. Ya es mala suerte, que se me moja la bici y me mojo yo en los 2 minutos que tardo en hacer el cambio.

10 minutos después, para de llover, y yo deseo que mañana haga un buen dia. Bastante antes que oscurezca, ya estoy dentro del saco. El despertador, a las 4.20 de la mañana, para empezar la etapa a las 5, pues en esta zona a esa hora ya hay luz.

El chaparrón debió ser como un aviso, como un mal augurio de lo que me espera mañana, aunque yo, ajeno a mi destino, me duermo con toda la ilusión del mundo por lo de mañana. Tengo que descansar mucho y bien, pues mañana la etapa, "The Italian Job", me va a poner al límite... y más allá.

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