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viernes, 3 de agosto de 2012

Piemonte, dia IV: Madonna della Neve y Rucas




Son las 15:20 de la tarde cuando empiezo a pedalear en Bagnolo Piemonte. En este tercer y último sector de hoy, voy a subir a Rucas, una estación de esquí modesta.




Al salir de Bagnolo Piemonte voy a encontrar largas rectas que me hacen ganar altura poco a poco.




Paso por Villaro cuando llevo dos kilómetros de etapa. A partir de aquí, empiezan a sucederse los kilómetros con pendientes medias entre el 9 y el 11%.




El aspecto del cielo se vuelve amenazador. Todavía estoy sobre los 500 metros de altitud y el bochorno es considerable.




Empiezo a tener vistas sobre la Pianura Padana. Es la llanura más extensa de Italia y de toda la Europa Mediterranea, con 47.000 kilómetros cuadrados de extensión, y por el centro pasa el rio Po.




Cuando llevo 6 kilómetros desde que salí de Bagnolo Piemonte, y tras haber superado los últimos dos kilómetros a más del 10% de media, llego al cruce que lleva al Santuario de la Madonna della Neve. Como voy bien de tiempo, decido acercarme a verlo.




La carretera es muy estrecha y siempre va por dentro de bosque.




Empezamos a encontrar pequeñas figuras de la virgen a los lados de la carretera.




Se sube a gusto siempre por sombra.




Tras unos 3 kilómetros, llego al santuario.




El santuario es un perfecto balcón sobre la Pianura Padana.




Santuario della Madonna della Neve.




Una enorme cruz se asoma al balcón.




El santuario y la cruz, con bastantes turistas revoloteando por la zona.




Deshago el camino para retomar la carretera que sube a Rucas.




Ya estoy de nuevo en la amplia carretera que sube hacia Montoso primero y a Rucas después. Desde el cruce anterior hasta Montoso tendré 4 kilómetros al 10% de pendiente media.




Al fondo ya puedo ver las antenas de la parte alta de la estación.




La Pianura Padana vista desde la entrada a Montoso.




Llego a Montoso, donde me recibe este albergue-pizzeria.




Desde Monotos hasta Rucas me quedan 6 kilómetros. El asfalto se estropea mucho a partir de aquí pero también es donde gozaremos de los mejores paisajes.




Las vistas se amplian, aunque el ambiente cargado nos impide ver buena parte de la Pianura Padana.




Paso junto a una enorme cantera. En esta zona se extrae la denominada "Pietra de Luserna".




Desde que dejamos Montoso, la pendiente ha aflojado bastante, aunque nos vamos a encontrar camuflado un kilómetro al 10% de media. Luego, en terreno muy abierto, volveremos a movernos entre el 5 y el 7%.




La subida a Rucas desde Bagnolo Piemonte son 16 kilómetros al 7.5% de pendiente media. Al fondo podemos ver el Monte Bracco, donde acabo de subir en el segundo sector de hoy.




Pianura Padana y Monte Bracco por la derecha.




Un tramo de fuerte pendiente.




Se amplían las vistas, aunque la atmósfera sucia no deja ver mucho más allá.




Aparece un inesperado compañero de ruta, que me acompañará el resto de ascensión. Siempre se mantiene a una distancia prudencial de mi, sin acercarse y disimulando cuando paro a hacer fotos, mirándome de reojo.




Vemos el estropicio que han hecho en la montaña los de la cantera.




Llego al final del asfalto en Rucas.




Las vistas desde la cima en esta tarde tan turbia.




Tremenda soledad aquí arriba, no hay ni un alma, ningún vehículo, no se oye a nadie.




Por ahí arriba están las pistas de esquí.




Toca dar media vuelta y descender de nuevo hacia Bagnolo Piemonte.




El mordisco que le han pegado a la montaña.




Descenso rápido, no sea que le de por llover.




Y sin más, llego a Bagnolo Piemonte a las 18:30 de la tarde, donde luce un sol radiante.




Guardo la bici en el coche y conduzco hasta Villaro, a dos kilómetros de aquí en dirección a Rucas, pues cuando subí en bici vi que había un edificio de lavabos públicos junto a la iglesia.

Me meto en las servicios, me quito toda la ropa y me doy una buena ducha con la esponja, para quitarme de encima todo el sudor. Luego, aunque todavía no son las 7 de la tarde, ahí mismo saco el hornillo y me preparo la cena. Hay una pequeña tienda de alimentación y aprovecho para comprar unas latas de refresco.

Tras la cena, conduciré algo más de 20 kilómetros hasta Torre Pellice, donde busco un sitio para aparcar y pasar la noche, pues éste será el punto de partida del primer sector de la etapa de mañana.

Hasta mañana!!!

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