Hoy me voy al Cadí, una sierra Pre-Pirenaica que me queda cerca de casa, para subir al Comabona y al Costa Cabirolera, que con sus 2.605 metros es el punto más alto de la provincia de Barcelona.
Dejo el coche aparcado en el Mirador de Gresolet, a los pies del Pedraforca y cerca de Saldes. Tendré unos 5 kms por pista, hoy cerrada pero que en verano está frecuentada por todoterrenos y coches a los que no se les tenga demasiado cariño.
Los colores propios de un amanecer otoñal me acompañan cuando todavía estoy en esa pista, acercándome a el Collell. A lo largo de este trayecto, pasaremos varias torrenteras: Torrent de Riambau, Torrent del Verdet, Torrent de la Gerdera, Canal Llarga y la Canal del Roc Blanc.
Primeros rayos de sol sobre las Sierra del Cadí.
Llego a el Collell y luego al Coll de les Bassotes, donde en verano aparcan los vehículos. Ahora dejaré la pista y tomaré ese sendero marcado para superar la Serra Pedregosa.
El sendero cruza varias veces esta pista más ancha. Yo sigo el sendero, más pendiente pero atajando.
En el Prat Llong, acercándome a lo alto de la Serra Pedregosa, con el Costa Cabirolera tras de mí. Yo, en primer lugar, iré al Comabona.
Avanzando por la Serra Pedregosa y dejando cada vez más atrás el Costa Cabirolera.
Siguiendo este sendero tan evidente.
El Costa Cabirolera siempre guardándome la espalda, a la vez que cruzo a la cara norte de la Serra Pedregosa y empiezo a encontrar restos de nieve.
El Comabona está a la vista, pero aun falta subir un buen trecho.
Buenos paredones tiene la cara norte del Comabona y de toda la sierra en general.
¿Qué observa este rebeco con tanta atención?
Pues el Pedraforca, cómo íbamos a dudarlo!
En la cima del Comabona (2.547 m).
Grandísimas vistas hacia la Cerdanya.
Hacia el oeste, la cresta que seguiré para ir al Costa Cabirolera.
Más Cerdanya!
El monolito de la cima.
El Pedraforca con una boina de nubes.
Toca darse media vuelta e ir a buscar el Costa Cabirolera, siguiendo la cresta.
Al final de la cresta está mi objetivo.
La cara norte, mucho más agresiva que la vertiente sur.
Asomándome a este balcón privilegiado que es la Sierra del Cadí.
El Costa Cabirolera al fondo.
Un entretenido paseo por la cresta.
Alternando subidas y bajadas que suman desnivel a la ruta. Esto es el Pas de la Roca Plana.
Llegando al inicio de la subida final al Costa Cabirolera, esa tartera de fuerte inclinación.
Lo atacaré por la parte izquierda, siguiendo el recorrido del GR y que termina con una simple trepada.
Los rebecos observan mis andanzas.
En plena subida, puedo ver en su totalidad la cresta recorrida para llegar hasta aquí.
Llegando a la cima, un monolito, una cruz y un buzón.
Costa Cabirolera (2.605 m), conseguido!
Enfrente, el Vulturó o Puig de la Canal Baridana, es el punto más alto del Cadí, 45 metros más que el punto donde yo estoy. Queda para otra ocasión.
Las cumbres de la Cerdanya.
La cresta hasta el Comabona.
Y un servidor, en el punto más alto de su provincia. Ahí queda!
Enfrente, el Pedraforca, parece tan cerquita... Al fondo, sobre las nubes, emergen las montañas de Montserrat.
Paradita para un pequeño avituallamiento en la cima del Costa Cabirolera. Se está de bien...
Pero no puedo quedarme todo el dia, así que le doy un último vistazo y emprendo el camino de vuelta.
Toca volver a descender la incómoda pero corta tartera, sin perder de vista la cresta que hace poco recorrí.
El Pedraforca a la derecha.
Llego a la Font de Cortils, punto donde aprovecho para reponer mi botella de litro y medio de agua fresquísima...
... y para comerme el bocadillo al solete.
Ahora deberé superar el Pas dels Cortils para llegar al Prat Berló, donde está el punto de unión con el recorrido de la mañana. Abajo queda la fuente y punto donde me avituallé hace unos minutos. Detrás de esta primera loma, tras la fuente, está el Refugio libre de Cortils.
Para superar el Pas de Cortils, hay alguna pequeña trepada. La roca está marcada con puntos amarillos indicando el camino a seguir.
Subiendo este corto Pas de Cortils.
Desde lo alto, puedo ver la cresta recorrida anteriormente.
Llego al Prat Berló y ahora ya se trata de deshacer el camino andado a primera hora cuando subí al Comabona. Imágenes de árboles secos, tan característicos de esta zona.
El Pedraforca emerge con fuerza.
Llego a la pista en el Coll de les Bassotes, me quedan unos 5 kilómetros que se harán pesados.
Un poste de señalización.
La zona oriental del Parque Natural del Cadí-Moixeró.
Bajando hacia la cara norte del Pedraforca.
El motor y el cabrestante que sube material al Refugi Lluís Estasén.
Y, al fondo, el Santuari de Gresolet, a los pies de los Cingles de Gresolet.
Con esto, doy por finalizada mi primera incursión en la Sierra del Cadí, sabiendo que muy pronto volveré. Es lo que tiene tenerlo a poco más de una hora de coche de casa!
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